viernes, 12 de junio de 2015

Coulants de chocolate



Un coulant de chocolate es un postre que parece un simple bizcocho de chocolate pero que al abrirlo está relleno de chocolate fundido y caliente. Recetas hay miles, yo he hecho la receta de Alma Obregón en Canal Cocina, pero en este programa no desmoldan el coulant, sino que lo comen directamente en el molde y sin acompañamiento. Yo prefiero desmoldarlo y comerlo con helado de vainilla (que es como se suele presentar en todos los restaurantes), ya que el coulant es un buen ejemplo de que lo bueno, si breve, dos veces bueno, ya que si comemos demasiado y a palo seco corremos el riesgo de que nos acabe dejando un mal sabor de boca por ser un poco pesado. Por eso lo mejor es acompañarlo de helado para dar un contraste fresco y ligero, ya que el coulant se come caliente.

Voy a explicar cómo se hace y cómo desmoldarlo sin que se nos rompa. En cuanto al molde, se pueden usar muchos, desde ramekins a flaneras tanto desechables como de metal. Yo usé flaneras de metal para que quedara con una forma de volcán y se desmoldaron muy bien. Luego probé con una desechable y la verdad es que las de metal van bastante mejor, sobre todo si tienen una superficie lisa. Por cierto, la masa se puede guardar en la nevera o congelar y hornear más tarde, pero siempre dejad que se vuelva líquida antes de hornear.




Ingredientes:

- 180g de chocolate negro de postres para fundir
-125g de mantequilla sin sal
- 2 huevos
-150g de azúcar
- 3 cucharadas de harina
- Helado de vainilla. 
- Yo le añadí además un poco de buttercream de chocolate que me sobró de unos cupcakes.
Salen unos 4-6 coulants según el tamaño de vuestros moldes.

Paso a paso
1. Precalentamos el horno a 170-180º (150-160 si tiene ventilador)  y engrasamos bien los moldes con mantequilla. Es muy importante engrasar bien, sin dejarse ni un punto sin mantequilla, porque si alguna parte se queda pegada al molde al desmoldarlo se va a romper y se va a salir todo el líquido.

2. Fundimos el chocolate con la mantequilla al baño maría (se pone un cazo con agua y se calienta y enzima un cazo con el chocolate y la mantequilla). Para fundir mejor, hay que meter la mantequilla y el chocolate lo más troceados que podamos. Vamos removiendo poco a poco y cuando esté todo fundido y homogéneo lo sacamos, no podemos dejar que el chocolate se queme. También se puede hacer al microondas, metiendo de 20 en 20 segundos y removiendo cada vez que lo sacamos del microondas, pero es más fácil que se nos queme.


3. Un poco antes de terminar de fundir el chocolate y la mantequilla echamos en un bol el azúcar, los huevos y la harina y lo removemos muy bien, teniendo como siempre cuidado con los grumos.


4. En cuanto el chocolate esté fundido se saca para no quemarlo. Esperamos un poco a que se temple y entonces lo echamos en la otra mezcla poco a poco, removiendo bien hasta que todo quede integrado.


5. Lo repartimos en moldes, rellenando no más de 2/3, aunque como he dicho antes si son demasiado grandes se pueden hacer pesados, así que cuanto más pequeños (hasta cierto punto, claro), mejor. Entonces los horneamos durante 16-17 minutos (como siempre, depende de vuestro horno, tenéis que mirar que la capa de arriba esté hecha pero si nos pasamos no se nos va a quedar lo de dentro fundido, así que en cuanto esté hecha lo sacáis). Mientras se van haciendo hay que sacar el helado de vainilla del congelador para que se pueda sacar una bola.


6. Ahora viene la parte en que te puedes sentir cual aspirante de Masterchef con la presión del emplatado. El emplatado tiene que ser lo más rápido posible porque el coulant se come caliente pero hay que tener mucho cuidado para no romper el coulant antes de servirlo. Así que hay que ir lento pero rápido.

Lo sacamos del horno (siempre con algo en la mano para no quemarnos) y para colocarlo sobre el plato, para no girarlo directamente, lo mejor es poner el plato de pie, es decir, perpendicular a la mesa con la mano izquierda (o al revés si sois zurdos), y poco a poco poner el molde contra el plato con la mano derecha. Entonces bajamos el plato hasta apoyarlo entero sobre la mesa pero muy lentamente, porque el coulant es muy frágil.
Una vez está el plato en la mesa, hay que tirar hacia arriba del molde para destapar el coulant, pero hay que hacerlo muy lentamente. Aquí es muy importante que hayamos engrasado previamente el molde, porque si no, por muy despacio que vayamos, se va a romper y a salir.


Al abrirlo se mezcla directamente el helado con el chocolate
7. Acompañamos con una bola de helado de vainilla (o de lo que queráis, cuanto más ligero el sabor mejor), nata... lo que queráis. En mi caso un coulant se quedó con un hueco arriba y en ese le puse el helado encima, en vez de al lado.

Este es el coulant que puse con el helado encima, que empezó a chorrear y mmm...








Por cierto, que ya aproveché y utilicé la poca buttercream que me quedaba para rellenar galletas María:
(Lo de que parezca la torre de Pisa no está hecho a posta)




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