Para cerrar el capítulo de recetas veraniegas y aprovechando estos últimos días de calor, os traigo la receta de los polos de cola, que es facilísima, y la explicación sobre cómo se hacen los polos de distintas capas y sabores, para que podáis combinar recetas como queráis. Yo en este caso he combinado los polos de cola con los de sandía (los cuales he actualizado para hacerlos con stevia), una combinación que puede sonar rara pero queda muy bien.
Polos de cola
El único ingrediente que necesitamos es la propia Coca-Cola, ya sea una botella de 500ml o dos latas. Para hacer los polos lo que hay que hacer es concentrarla y quitarle las burbujas, y para ello sólo hay que ponerla en un cazo hasta que hierva, y entonces bajar el fuego a fuego medio-bajo para que siga hirviendo unos 25 minutos mientras removemos un poco. Después lo dejamos templar, lo echamos en nuestros moldes y al congelador. Así de simple.
Polos de varios sabores
Lo primero, obviamente, es hacer las recetas de los polos que queramos combinar. Una vez hecho esto, echamos la primera capa en el molde y esperamos unas 4h. Mientras, los líquidos deben esperar en la nevera para que cuando vayamos a echarlos en el molde estén bien fríos y no derritan lo que ya esté congelado. Al pasar las 4h, echamos la siguiente capa y volvemos a esperar otras 4h y así consecutivamente. También es muy muy simple.
Mi recomendación es que para hacer esto uséis palos, es decir, que no uséis los palos que vienen normalmente con las poleras porque suelen cerrar toda la base y entonces ya no se puede echar más líquido. Por tanto cuando llegue el líquido a la mitad del molde, esperad una media hora y entonces introducís el palo (para que esté un poco congelado y el palo pueda quedarse recto). Así luego podréis seguir echando líquido sin problemas.
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