Parece que poco a poco se acaba el verano. A mí realmente todavía me quedan unos 20 días de vacaciones, pero ya vas a los sitios y todo es sobre la vuelta al cole, todo el mundo vuelve a su trabajo, a sus rutinas... y aunque siga de vacaciones, estos días suelen ser bastante deprimentes y vacaciones mal aprovechadas.
Por otro lado, parece que la tregua que nos estaba dando el calor ha terminado y, por lo menos aquí en Jaén, hace un calor espantoso de nuevo.
Así que creo conveniente que esta nueva entrada traiga otra receta de helado, ya que encima tengo un montón pendientes. Pero esta me gusta especialmente porque es una receta propia y porque se acerca muchísimo a ese placer de dioses del cual ya os hablé, que es la leche rizada que se toma en la costa de Granada. La diferencia con la leche merengada se ve en los propios nombres, y es que la leche rizada no lleva merengue, sólo leche y canela, por lo que encima es más sana y tiene mucho más sabor. El caso es que al final conseguí que mi helado de leche merengada tenga ese sabor tan bueno (o casi).
Para hacerlo, el único ingrediente raro es la leche merengada en pasta de HomeChef que ya utilicé para los cupcakes de leche merengada. Así aprovecho utilizo el bote para algo diferente y además aporto una receta de helado con la pasta, ya que estuve buscando y no encontré ninguna por internet. Como ya dije, yo la pasta la encontré en el Supermercado de El Corte Inglés, pero en la mayoría de tiendas de repostería, ya sean físicas u online, la suelen tener. Me costó 2€ y cunde bastante, además de que se puede usar para muchos tipos de postres.
Sobre las cosas básicas sobre hacer helado y cómo hacerlos sin máquina heladera os hablé en el anterior post, así que eso me lo saltaré. Si queréis leerlo sólo tenéis que pinchar aquí.